Las especies han sido las siguientes, todas de pequeño tamaño y más o menos frágiles:
- Clitocybe nebularis (Pardilla)
- C. phaeophthalma (Clitocibe pardo claro)
- Cyathus olla (Ciato atrompetado)
- Higroporo (Hygroporus sp.)
- Inocybe dulcamara
- Lepista panaeolus
- Marasmius quercophilus (Marasmio)
- Mycena senyii (Micena de las piñas)
- M. pura (Micena pura)
- Rickenella fibula (Onfalina alfiler)
En cuanto al resto de criptógamas, en el apartado liquenológico (de líquenes) estamos a la espera de identificaciones, aunque podemos afirmar que gracias a las lluvias se han hecho patentes algunas especies que antes estaban aletargadas. Así que aparte de las ya conocidas, han aparecido nuevas especies.
Respecto a musgos y helechos, cabe destacar que la totalidad de especies de musgos han reverdecido y han desarrollado sus esporofitos; también estamos a la espera de acabar con las identificaciones. De helechos nos hemos encontrado con el más abundante en la sierra, el Ceterach officinarum.
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